Tarta Sacher

Una tarta verdaderamente deliciosa no solo por su textura suave y esponjosa sino por su sabor.

Ingredientes :

Para la tarta base :

60 gr de cacao puro

150 gr de harina de repostería

Un pellizco de sal

50 gr de azúcar glas

165 gr de azúcar refinado

120 gr de mantequilla reblandecida

100 gr de leche

4 huevos

2 cucharaditas de levadura Roya

lPara el relleno:

Confitura de albaricoque

Para el almíbar:

100 gr de azúcar

1 vaso pequeño de agua

Un chorrito de ron o del licor que nos guste

Para la cobertura:

200 gr de chocolate fondant

200 ml de nata líquida

70 gr de mantequilla

.Preparación :

 Precalentar el horno a 180, calor por arriba y por debajo.

 Para preparar la tarta base, batimos la mantequilla con el azúcar glas una pizca de sal, añadimos el cacao puro, las yemas de una en una, y la leche.

 Añadir la harina y la levadura espolvoreándola abundantemente yo me ayudo de un colador.

 Montar a punto de nieve las claras de huevo con el azúcar refinado. Incorporar a la mezcla con movimientos envolventes.

 Preparar un molde desmontable de 24 cm. untado con mantequilla yo le pongo un papel parafinado engrasado a su vez y así luego es más fácil desmoldar.

 Verter la mezcla en el molde e introducirlo en el horno. Hornear unos 35-40 minutos.

 Desmoldar y dejar que se enfríe en una rejilla.

Una vez frío, cortar horizontalmente en dos la tarta, mojarla con el almíbar y distribuir sobre ella la confitura, previamente calentada, filtrándola a través de un colador para que nos quede una textura muy fina.

 Para preparar la cobertura ponemos la nata en un cazo. Cuando comience a hervir, retirar del fuego y echar el chocolate en trocitos para que se vaya derritiendo. Una vez derretido, agregar la mantequilla y batir bien para que quede todo correctamente mezclado. Esta cobertura se tiene que poner sobre el bizcocho cuando aún esté caliente, ya que es la forma de que toda la superficie quede como veis en la foto.

 Dejar que solidifique y proceder al decorado que más os guste. Pero podéis optar por la más tradicional, que es meter un poco de chocolate blanco fundido en un cucurucho, hacerle una pequeña abertura y proceder a escribir la palabra Sacher muy finamente.